La peor Bienal de Flamenco

Acaba de terminar la decimocuarta Bienal de Flamenco y es hora de hacer balance. Ya lo han hecho el Ayuntamiento y el director de la Bienal con un autobombo impropio de unos representantes públicos a los que se les supone algo de autocrítica.

La de este año ha sido la peor programación de los últimos años. Una programación con escasas novedades, muy por debajo de otros muchos festivales que se celebran por todo el mundo.

Hace años que el llamado clan de Madrid se viene encargando, con el dinero de todos los sevillanos, de contratar a unos artistas que sólo con mucha imaginación pueden ser catalogados como flamencos y de programar unos conciertos a los que es imposible asistir, aunque muchas butacas de protocolo estén vacías. No es de extrañar que los festivales de Jerez o Málaga, en pocos años, hayan igualado las expectativas del magno acontecimiento sevillano.

La Bienal de Flamenco debe de ser el escaparate donde se tiene que mostrar la realidad flamenca de los dos últimos ejercicios. Sin embargo, año tras año, se van reduciendo los estrenos en la Bienal de Sevilla, faltando nombres fundamentales de la actualidad flamenca. En la de 2006 hemos visto cómo los espectáculos de calidad no han superado el 10 por ciento. Hemos visto cómo Calixto Sánchez, José Menese o José de la Tomasa se caían del cartel. Hemos visto cómo se producían cambios de fecha de otros artistas y cómo los programas de mano rara vez coincidían con lo que se veía en los escenarios.

La Bienal de Flamenco hace tiempo que tiene poca o nula repercusión mediática fuera de Sevilla. ¿Alguien ha visto alguna vez, queridos bloggeros, en algún telediario de las grandes cadenas noticias de la Bienal de Flamenco? ¡Qué diferencia con el Festival de Cante de las Minas de La Unión!

Por último, hace tiempo que la Bienal se viene desarrollando de espaldas a la ciudad. No hay conciertos en los barrios. No hay promoción en los centros educativos y, por si fuera poco, los sevillanos de a pie sólo hemos podido disponer del 30 por ciento de las entradas. Creo que Monteseirín debería explicar cómo se ha gastado el dinero de los sevillanos.

Antonio Rescalvo

Artículo leído el lunes 23 de octubre en Punto Radio
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