Semana Santa electoral

Ha terminado la Semana Santa. Una de las semanas santas más electorales que se recuerdan. Tanto el alcalde como la oposición se han encargado durante estos días de hacer electoralismo barato con la fiesta grande de Sevilla utilizando para ello los recursos más insospechados. Antes de que empezaran las fiestas lanzamos la propuesta de que se dejara a un lado durante estos días la campaña electoral y que los partidos políticos se comprometieran a no utilizar la Semana Santa como arma electoral y a no manipular estas fechas que son especiales para los sevillanos.

La Semana Santa es patrimonio de todos los sevillanos, con independencia de su filiación política o intención de voto, y por eso debemos comprometernos en no usarla con intenciones electorales como han hecho otros candidatos.

Mientras que los candidatos del PSOE y del PP se montaban una levantá en alguna que otra cofradía de nuestra ciudad, el señor Monteseirín utilizaba la Semana Santa para desactivar una propuesta de la oposición sobre la capitalidad de Sevilla. Todo eso sin hablar del numerito del alcalde con la botellona organizada por el propio ayuntamiento para entretener a las hooligans ingleses del Tottenham, despachando paella y cerveza a cuatro euros el pelotazo.

Se ha sembrado una alarma innecesaria en la ciudad, ante la llegada de los 4.000 seguidores del conjunto inglés. Una cosa es prevenir los problemas y otra bien distinta acusar a toda una afición de ser violenta y reunirles en un recinto con la única alternativa de beber para pasar el tiempo

Ya habíamos pedido públicamente al alcalde de la ciudad que destinara el dinero que emplea para hacer propaganda sobre los proyectos municipales, cumplidos y no, de los últimos cuatro años en hacer una campaña dirigida a que los seguidores ingleses para que entendieran lo que significa la Semana Santa y, especialmente, la ‘Madrugá’ para los sevillanos.

Menos mal que los sevillanos ya conocen las fantasmadas tanto de nuestro alcalde como de la oposición y sólo han estado pendientes de la meteorología, a la que tenemos que acostumbrarnos, queridos bloggeros, los que intentamos disfrutar de nuestra fiesta grande.